Washingtonia robusta la palmera del gobernador

A mediados de Septiembre del año pasado el Gobernador de Baja California anunció que se realizaría una restauración del Río Tijuana. Un espacio que por años había estado vandalizado y en un recurrente abandono . El programa de restauración contempló acciones que incluía la limpieza de la canalización del Río Tijuana, con el fin de desazolvar antes del temporal de lluvias, esto implicó la remoción de los árboles que habían hecho del cauce un ecosistema ripario, aprovechando la cantidad de materia orgánica que se había acumulado durante los 20 años en que el canal no recibió el mantenimiento adecuado. Las raíces y la cantidad de materia orgánica presente, entre ella materia fecal, representaban un riesgo de inundaciones y eran sin lugar a duda un foco de infección para la salud delos tijuanenses.

Las labores de mantenimiento del canal (como es conocido por los tijuanenses) iniciaron con su desazolve y la posteriormente reforestación de 240 m de los taludes del Río. Ésta acción ha causado la molestia y la indignación de algunos tijuanenses a los que las palmeras no les parecen bonitas. Hoy escribo sobre Washingtonia robusta la palmera que el gobernador ha elegido para reforestar dichos taludes, es probable que te parezcan más bonitas luego de leer esto.

La Washingtonia robusta es una palmera que se distribuye de manera natural desde Arizona hasta el noroeste de México (Sonora y Baja California). Tiene un tronco delgado con corteza de color gris pardo, que llega a medir entre 30m y 35m de altura. Un crecimiento recto aunque al superar los 15m suelen tener curvaturas permanentes en sus troncos. Pueden llegar a crecer hasta 1.2 m por año si se le mantiene una humedad constante. Sus hojas que pueden alcanzar los 2m de diámetro son de color verde vivo en forma de abanico. y tiene una floración hermafrodita de color blanco cremoso en la base de las hojas inferiores y sus frutos son pequeñas esferas de medio centímetro de diámetro.

Tienen una gran tolerancia a condiciones de sequía, cambios bruscos de temperatura, a las ráfagas de viento e incluso los ejemplares más longevos desarrollan una especie de tolerancia a plagas. Es una especie muy adaptable al clima, pueden sobrevivir a heladas de -5C y a las altas temperaturas del desierto americano. Al encontrarse de manera silvestre en esta zona geográfica es de esperarse que se encuentre adaptada a las condiciones ambientales de Tijuana. Cabe mencionar, que ésas características de adaptación, la han posicionado como una de las palmeras favoritas en paisajismo y jardinería en todo el mundo.

Ahora que conoces las generalidades de la Washingtonia robusta vamos a analizar las ventajas de su trasplante sobre la cuenca del Rio Tijuana.

• La elección de una planta bien adaptada a la zona siempre es la mejor opción cuando se trata de reforestar. Este género que en algunas fuentes se describe como planta nativa, tiene por lo menos un siglo antigüedad en la región, ya que la literatura indica que algunas comunidades indígenas ya la aprovechaban antes de la llegada de los evangelizadores a Baja California. El riesgo de la introducción de especies para arbolado urbano implica abrir camino a plagas que pueden afectar la flora local. Sin duda el responsable del proyecto estuvo bien asesorado.

• Las mil palmeras fueron extraídas de una zona costera conocida como Punta Bandera (Ver mapa) relativamente cerca del Rio Tijuana. Se aprovechó el recurso natural mediante una reubicación. La proximidad entre el punto de extracción facilita las labores de trasplante y ayuda a que la planta se mantenga en optimas condiciones para ello.

Las desventajas de la reforestación de esa zona con estas palmeras están más relacionadas con una mala planeación que con la especie en sí. La cuenca del Rio es continuamente zona de accidentes vehiculares, las palmeras probablemente serán puntos de impacto durante los próximos meses (al igual que lo habría sido cualquier otra planta o árbol).

Otro tema que se discute entre algunos grupos de paisajismo es el de la creación de un monojardín, al haberse utilizado una sola especie. Aunque se respetaron las plantas más antiguas que ya se encontraban en la cuenca.