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Gaia la hipótesis en disputa.

Updated: Apr 13, 2021

En 1979 el científico británico James Lovelock, sorprendía al mundo con un documento que revivía la idea de que la tierra era un planeta viviente (Gaia) de James Hulton (1726-1797). En ella la tierra es capaz de auto-regularse mediante las funciones biológicas de los seres vivos. Esta explicación holística de la tierra como planeta vivo fue ampliamente descartada en 1789, cuando Hulton la planteó, fue refutada por los biólogos de la época, quienes consideraban que los procesos físico químicos del planeta sucedían al azar y descartaban que la vida tuviera un impacto global.


Posteriormente, mientras Lovelock hacía una investigación que buscaba vida extraterrestre para la NASA. Lovelock se interesó en la composición de la atmosfera marciana y descubrió que ésta era muy estable, muy cercanas al equilibrio químico (punto en que los elementos de una reacción no presentan cambios), esa atmosfera compuesta por un poco de oxígeno, metano e hidrogeno y dióxido de carbono en abundancia, mantenía las proporciones de dichos gases de manera constante.

El hecho de que esas proporciones de gases permanecieran constantes hizo que Lovelok hiciera volar su pensamiento científico y sacara la conclusión de que esa estabilidad química no permitía que la vida en ese planeta fuera posible, porque en caso de existir vida, los organismos al interactuar con la atmosfera de manera activa causarían un desequilibrio en ella.


Tiempo después cuando la nave Viking realizó la expedición a Marte para analizar su atmosfera buscando vida extraterrestre, no encontró nada, ni en Marte ni en Venus. Ambos planetas con una composición de más del 95% de dióxido de carbono y con apenas un poco de oxígeno. Comprobando la hipótesis de Lovelock.


Luego de estas observaciones sobre las atmosferas de Venus y Marte y de compararlos con los los procesos de auto-regulación fisiológica de la Tierra, nace "Gaia as seen through the atmosphere" (Gaia vista desde la atmósfera) artículo científico publicado en "Atmosferic Enviromental" en el año 1972. En el artículo Lovelock describe la auto-regulación de la atmosfera terrestre y describe a la tierra como un super-organismo que se compone de los seres vivos, la atmosfera el océano y el suelo. La hipótesis recibió el nombre de Gaia.


Posteriormente, Lynn Margulis le dio fuerza a esta teoría con sus conocimientos de microbiología, ella encontró que al igual que el cuerpo humano, la tierra es capaz de regular su propia vida con ayuda de los microorganismos que la habitan. De esta manera, explicó que los microorganismos podían ser los responsables de parte de los gases que se encontraban en la atmósfera.


Los elementos de Gaia

Los seres vivos (Biota):

Los seres vivos cumplen una función importante en Gaia, hacen circular los elementos que ayudan a regular el sistema. En ellos convergen los ciclos geoquímicos y permiten que elementos como el nitrógeno y el carbono se reintegren. La fotosíntesis permite que el dióxido de carbono se reincorpore de la atmosfera a la biosfera, mediante la producción de biomasa (materia orgánica) en el mantenimiento de las plantas y los frutos. De igual manera, los animales intervienen en el ciclo del nitrógeno, ya que luego de aprovechar las proteínas de los alimentos, regresan el nitrógeno al sistema en forma de orina, producto de desecho de la digestión.

Los océanos:

Las corrientes marinas tienen un papel fundamental en la regulación del clima terrestre. Funcionan como un termostato que permite que la tierra se enfríe. Por ejemplo, la corriente del Golfo (recibe ese nombre porque nace en el Golfo de México) lleva un flujo de agua cálida hacia las Islas de Gran Bretaña, esta zona se ve beneficiada con un clima más templado de lo habitual en esas latitudes, además, proveen a la zona con lluvias abundantes.

También ocurre el fenómeno de manera inversa con las corrientes de agua helada que nacen en la Antártida y se distribuyen hacia latitudes mayores, permitiendo un enfriamiento del sistema. Las aguas frías son las más ricas para producir vida en el océano, ya que cuentan con una mayor cantidad de productores primarios, por eso cuando este tipo de corrientes emerge en las costas se forma una surgencia.

El calor específico del agua, le permite tomar el calor de la atmosfera y conservarlo durante el transporte en la corriente y liberarlo en otra zona.


La atmósfera:

Es la parte gaseosa del planeta, constituida principalmente por nitrógeno (78%), oxígeno(21%) y argón (.93%) el resto de gases que componen en menor medida la atmósfera son, dióxido de carbono (.03%), ozono, vapor de agua y partículas en suspensión (polvo, polen, etc). En la atmosfera se llevan a cabo parte de los ciclos geoquímicos, es donde se condensan las gotas de agua que forman las nubes de las que cae la lluvia durante el ciclo del agua, es también donde se encuentra el dióxido de carbono que las plantas necesitan para la fotosíntesis durante el ciclo del carbono. Prácticamente todos los ciclos biogeoquímicos encuentran una fase en la atmósfera, con excepción del ciclo del fósforo, el único que no forma compuestos volátiles.

Las nubes en la atmósfera, por otra parte contribuyen en el enfriamiento del sistema climático.


El albedo de nube (capacidad de reflectividad de la radiación solar) permite en mayor o menor medida, dependiendo del tamaño de las nubes, que la parte de la energía que llega a la tierra desde el espacio sea reflejada y devuelta al espacio, evitando así un posible sobrecalentamiento. Cada uno de los procesos que se llevan a cabo en la atmosfera, como una telaraña química, contribuyen a una autorregulación del clima.


Esta mezcla de gases es esencial para que los procesos biológicos se lleven a cabo. Es fundamental en los principales ciclos geoquímicos. Y juega un papel clave en la regulación del clima terrestre.


El mundo inanimado (las rocas y el suelo).

El último elemento que conforma el clima está conformado por las cosas no vivas, la materia inerte, los minerales y demás elementos inorgánicos que se encuentran en la tierra. La manera en que su desgaste y asimilación tiene efecto sobre el clima forma parte también de este super organismo.

El suelo a manera de interfaz donde la vida ocurre y con ella los procesos biológicos que permiten que el suelo se aproveche y pueda ser fértil para generar más vida. También pone a la mano de la vida misma, los minerales para que los aproveche.



La forma en la que todos los elementos de Gaia se entrelazan durante los ciclos biogeoquímicos dando como resultado cambios a gran escala sobre el clima, la composición de gases atmosféricos, la cantidad de luz que entra y sale del planeta a manera de radiación, es lo que permitió que Lovelock y Lynn Margulis dieran a conocer esta interesante hipótesis de que la Tierra se comporta como un super organismo capaz de autorregular las condiciones que permiten a la vida existir en él.


















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